La imaginación de un beso



Sus miradas se habían entrecruzado varias veces, pero en esta ocasión sus ojos brillaron cuando la vieron sentada en un lugar de la plaza. Aunque un beso en sus labios hubiera sido mejor, su olor y su suavidad en su mejilla no estaban para nada mal. Los planes para la tarde se encontraban de vacaciones y su casa era lo más cerca para ocultarse de la tormenta que se avecinaba.


Crispetas, fresas con crema fueron el despertar de la mirada de ambos. Él presenciaba aquel escenario creando varias situaciones que se podrían dibujar en el lienzo del tiempo. No se le podía culpar de lo perdido que estaba con ella, en su expresión facial se notaba lo feliz que era.

Sus cuerpos los llevaron a la habitación de ella en donde un pequeño tv proponía seguir con el desperdicio del tiempo. Sintonizó su programa favorito pero él ya había estado observando su programa favorito. Sus ojos trataban de disimular viendo el televisor lo mucho que la miraba.


Tiró su cuerpo en la cama y puso su cerebro en blanco, había tantas posibilidades para pedir un beso. Abalanzarse sobre ella. Tocarla y traerla a su pecho. Pararse, tomarla de la mano y besarla. En fin, cerró sus ojos y después de mucho pensar y soportar el dolor extraño en su pecho le dijo:


-Señorita, ¿te puedo besar?- Conociendo la respuesta dio un suspiro, al menos lo había intentado.

Un no fue el final de un momento que nunca se convirtió incómodo.

- Uno a veces se arrepiente de no hacer lo que corazón dice, cuando entra en conflicto con la cabeza…- sin poder terminar sintió el calor de otros labios. Su mente en blanco se convirtió en una pradera de emociones, su sonrisa marcaba el final de sus palabras.

El televisor dejo de funcionar y con un libro en la mano el chico volvió a la cama, ambos se acostaron y ella utilizo su brazo y pecho como su almohada mientras escuchaba la historia de varias personas ahogadas. Sus ojos se cayeron y ambos quedaron durmiendo en su fantasía real.

Llegaba el tiempo de marcharse y la lluvia quería que aquel momento continuara. Su corazón se fue desalojando y su cabeza se volvió a llenar. Sentía amor, no quería dejarla, sin embargo sabían que las palabras dejarían marcado ese momento.

Esperaba bajo la lluvia el transporte a casa, su corazón se había quedado con ella, mientras se marchaba escuchando agua, de jarabe de palo y la vida en un beso de la agrupación warcry. Su mirada se llenó de lágrimas que se camuflaron con la lluvia cuando se dio vuelta y la vio sonreír desde la puerta, sabiendo que nunca podría recibir el honor de probar el sabor de sus labios.

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