Los Derechos

Los derechos no tienen sentido. En un estado de guerra generalizada estas palabras no son más que eso, no sirven para nada.

En el caso de una tercera guerra mundial o un conflicto entre potencias al ser los países participantes los de mayor poder ningún organismo, nacional o internacional, a pesar de estar validado tendría el poder suficiente para obligarlos a cumplir con los pactos en los que se incluyen todo tipo de derechos dejando de existir, relativamente, para estos estados en guerra que cometerían, constantemente, la violación de estos tratados, pues; la guerra es como es, la guerra nunca cambia, la guerra es como el hombre.

Por encima de las revoluciones y situaciones que llevan al desarrollo de estos papeles, el hombre, los gobiernos y el pueblo sólo siguen la delgada línea que rige la moral y la presión de un poder mayor, sirviendo únicamente para pequeños poderes. Las gigantescas potencias al ser quienes crean e imponen, no temen a su falsa justicia; dando como resultado que los mecanismos de participación, derechos y aquello que intentan defender, sea una mera fachada que en el caso de estos últimos se podría basar única y perfectamente en la bondad o, mejor dicho, única y exclusivamente la moralidad que siga quien sea el vigilante del caso.